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Nos toca vivir tiempos de dificultades económicas en muchos de los sistemas financieros del mundo y ésto repercute directamente en las empresas que se enfrentan al desafío de seguir innovando con muchos menos recursos de los que hasta ahora han tenido. ¿Qué hacer entonces? Probablemente lo único que podemos hacer, seguir innovando con los recursos que tengamos, aunque sean nulos.
En el blog de Javier Megias comparte una interesante afirmación en el propio título del post: «La escasez es la base de la innovación (porque el hambre agudiza el ingenio)» Una afirmación con la que algunos pueden no estar de acuerdo, pero que cuenta con cada vez más ejemplos que parecen darle la razón.
Extraigo de su post la pequeña parte en la que habla de la innovación que cada vez va sonando más, la «innovación frugal»:
«En la India hace algunos años surgió un movimiento al que se le ha dado en llamar innovación frugal o innovación inversa y que basa sus principios en el jugaad, el espíritu del pionero y que podríamos traducir como “hacer lo mejor posible con lo que se tiene”, y que en sentido amplio se refiere a:
Uso de una vía alternativa, camino o improvisación para resolver rápidamente un problema en ausencia de recursos.
Esta filosofía ha permitido crear productos que a priori eran considerados no viables, como un coche por $2.500 o un electrocardiograma portátil por $1.000 (cuando los normales cuestan $10.000)… partiendo de la escasez en recursos y las restricciones (en dinero, portabilidad…) en lugar de partiendo de los costes de los materiales, sumándolos y poniendo el margen.»
El propio Google ha escrito sobre esta «Innovación Jugaad» en el artículo “Jugaad Innovation: How to Disrupt-it-Yourself” que es como se conoce también a la Innovación Frugal. Por tanto, la clave está en ser capaces de aplicar la filosofía del jugaad al mundo de los negocios donde debemos ser capaces de utilizar la circunstancia de la escasez de recursos y financiación como un empuje, que al contrario de perjudicarnos, nos ayude a mejorar el producto o servicio eliminando todo lo que realmente es superfluo y prescindible, buscando soluciones alternativas, y probablemente mucho más creativas que nos llevarán a centrarnos con más claridad en cumplir el objetivo.
Si queréis leer algo más en profundidad sobre este tema, está el libro, que podéis leer online, “Jugaad Innovation: Think Frugal, Be Flexible, Generate Breakthrough Growth” del profesor indio Jaideep Prabhu.
Ángel, que recurrente leer tu artículo cuando apenas he regresado de una tienda de reciclaje de ropa, llamada Frugalista, en Alexandria, Virginia. La gente intercambia la ropa que ya no quieren por crédito en esta tienda. La variedad que tienen es estupenda, como para configurar un armario entero desde ropa de deporte pasando por vestidos,blusas, camisetas, corbatas o bañadores. Hay maneras de comprar sin gastarse tanto dinero. En Washington DC , existe otra tienda con firmas de diseño de la misma filosofía desde hace 10 años.